Si exprimes una naranja obtendrás sin dudas jugo de naranja. Cuando te exprimes a ti mismo o cuando alguien te presiona, te lastima, te dice cosas que a ti no te gusta, saca de ti odio, ira, maldad, resentimientos y no es culpa de quien te exprime, del instrumento que usa o el momento en que lo hace. Tiene que ver con lo que llevas dentro.