No dividan el mundo en bueno o malo o feo o bonito. Todo es según el cristal con que se mira. Tampoco te será indispensable ir al Himalayas, la India, o al Tíbet a buscar un maestro espiritual, porque el mejor maestro que tenemos duerme con nosotros, o está en el trabajo, es tu hijo o tu madre. Todo lo que te rodea. El campo cuántico es muy inteligente no te va a poner tu mejor maestro a tres mil millas de distancia.
No será necesario que gastes una fortuna buscando maestros de espiritualidad o viaje espiritual, ya sabes que están en tu casa, en tus relaciones cercanas, tus relaciones interpersonales, porque no olvides que siempre estás contigo mismo y la repulsión y la atracción que tengas sobre otra persona o situación tiene que ver con tu información.