Querer y amar son sentimientos maravillosos pero muy distintos.
Todos tenemos un propósito intangible en nuestras vidas:
Amar.
Sin embargo terminamos confundiendo el amar con querer o viceversa. Y como consecuencia llenamos nuestro corazón con falsos “te quiero” y vacíos “te amo”.
Querer es apegarse a las cosas o a las personas, de acuerdo a nuestras necesidades.
Muchas veces sin pensar en los sentimientos de la otra persona.
Cuando amar es desear sinceramente lo mejor para el otro. Es poner en primer lugar su felicidad, y no lo que queremos o esperamos en pago.
El amar implica conocerse, saber de sus alegrías y tristezas.
Cuando amas a alguien la aceptas tal y como es, no juzgas, y no tratas de cambiar a esa persona. No importar el paso del tiempo, las arrugas y los cambios de humor. Porque sentimiento como el amor para ser puro e intenso tiene que venir de muy adentro…