Nosotros somos seres empático y por lo tanto nos ponemos muy fácil en el lugar del otro.
El problema es cuando caemos en la dependencia de ayudar, o en la dependencia de ser ayudado. Ahí estamos planteando la misma patología; porque la necesidad de ayudar también implica la necesidad de ser reconocido.
Cuando yo estoy muy atrapada en una ayuda estoy atrapada en un problema mio.
De hecho no podemos ver nada fuera, que no esté en nosotros. Y cuando hay algo que me gusta o algo que me altera no es lo que está afuera sino
como yo lo estoy proyectando.