Muchas relaciones de pareja se pierden por descuido. Sí, leyó bien, descuido. Alguien dejó la sonrisa, dejó la caricia, y olvidó el buen trato. Expiró el romance, finalizó el cariño, y el “yo te amo” que reparten es apenas para llenar el silencio de no compartir nada o sencillamente no lo reparten. El alguien generalmente es de un lado y el otro comienza asumir. Pasan los años, llenos de rutina y costumbre, ambos atrapados en una repetición sin sentido que destruye la emoción de vivir. Dos extraños que duermen juntos, atrapados por la melancolía y la tristeza de un amor sin amor. Quizás no hubo agresión, no hubo infidelidad, no hubo violencia. Quizás. Solo descuido. Y por lo general, lo que no se descuida se pierde.