La mentira más común es la que te cuentas a ti mismo.
No te trates con tanta dureza, lo haces sin darte cuenta. Es simple supervivencia emocional. Necesitas engañarte para poderte levantar por las mañanas. Y aunque delante de la gente finjas poniendo tu mejor cara, hace tiempo que ya note crees tu propia máscara. Intentas desesperadamentec Conseguir algo que ningún centro comercial jamás podrá
proporcionarte. Y llevas tantos años buscando en el
lugar equivocado, que al final te has conformado con el placer, la comodidad o el entretenimiento. Seguramente estés perdido.
iY quién no lo está? Demasiada gente te ha estado
confundiendo durante demasiados años, presionándote
convenciéndote para que hagas cosas que no te convienen
hacer en orden a tener cosas que no necesitas tener.
Observa los resultados que estás cosechando en las
diferentes dimensiones de tu existencia. ¿Qué ves? Si tu
vida carece de sentido, reconócelo. No te engañes más. Si te sientes vacío, asúmelo. Deja de mirar hacia otro lado. El «autoengaño» es un déficit de «honestidad». Esta cualidad
te permite reconocer que tu vida está hecha un lío porque
tú estás hecho un lío con la vida. A menos que admitas
que tienes un problema te será imposible solucionarlo. Lo
único que conseguirás será crear nuevos problemas, cada
vez más sofisticados.
De por ahi.